Hoy, en Pinku Milk Tea, comida no (tan) rara.

*saluda con la mano*

Como bien dice el título, hoy, en este blog, hablaremos de comida no (tan) rara. Y diréis, ¿qué es comida no rara? No lo sé ni yo, lectores bonitos. Así que esta entrada va dedicada a todo lo que he probado y he pensado "¡voy a postearlo en el blog!" y luego no lo he hecho por considerarlo poco raro. Adelante, mis pequeños, salid, salid (?).

Los petit-suisse de Nesquik.
Todo el mundo de pequeño ha probado los petit-suisse de fresa y plátano de Danone. Pues, esto es más o menos lo mismo pero con sabor a Nesquik, lo que lo hace automáticamente mucho mejor que cualquier otra cosa.

Lo único que puedo decir sobre estos yogures es que son DEMASIADO ricos, muy adictivos (eso sí, también empalagosos, aunque tengo que reconocer que aún así nunca es mal momento para tomar uno más) y... que los que no los hayáis probado ya, deberíais. Con urgencia. De inmediato. Cuanto antes. Ya me entendéis.

 

Por último os dejo un incentivo (¿más?) para que los probéis: los jueguecitos que traen. Lo típico de unir los puntitos y, por detrás, uno de encontrar las siete diferencias entre dos conejitos de Nesquik. ¿Tiene nombre? Si es así, que alguien me lo comunique. Bueno, a lo que iba, que le iba a sacar foto al de encontrar las diferencias pero me comí los yogures antes y los tiré, y cuando me di cuenta, ya era tarde.

Patatas fritas Lays sabor mojito y sabor hamburguesa.

Ya iba tocando hablar sobre estas... ¿patatas fritas? ¿cosas asquerosas? No sé ni cómo definirlo.

Las patatas fritas de mojito estaban asquerosas. Desde que abrí el paquete supe que no me iban a gustar, pero bueno, me dije a mí misma que he probado cosas peores y bueno, lo probé. Uno de los mayores errores de mi vida: pagar por ESO. Que para gustos colores y no todos piensan lo mismo, pero el que crea que esas patatas fritas están ricas tienen un GRAVE problema. AGH ;_;

Nada recomendables. Pero vamos, que las de hamburguesa tampoco son gran cosa. Recuerdo el día que las compré con Kony, simplemente las vimos ahí y como las de mojito nos daban bastante asco nos compramos las otras pensando que serían mejores. No teníamos ni idea de dónde nos estábamos metiendo xD No están malas, pero sabían demasiado a pepinillo, y casi nada a hamburguesa... así que decidimos encasquetárselas a mi hermana, que se las acabó comiendo. O tirando. O algo por el estilo, tampoco me esforcé en seguirles la pista a las patatas del infierno. 

Todo esto sale del Casting de sabores Lays, un concurso en el que lo único que se hace es pensar sabores abominables para patatas, enviarlos y desear ganar los 20.000 euros del premio (y además el 1% de las ventas). Las gracias, a ellos.

Aquí acaba esto por hoy. Otro día más.

Baibai ^^