Empezaría esta entrada pidiendo perdón por no haber actualizado antes. Supongo que como tenemos pocos lectores no importa, hay confianza y eso así que sé que no hace ni falta buscar una excusa pobre para esconderme. Soy una vaga y no he escrito antes porque no me salió del Sugus. Perdonadme. (?)
Hoy os voy a hablar de mi visita a la zona gourmet del El Corte Inglés de Nuevos Ministerios (Madrid), tienda a la que fui con Ander (ya hay una anterior entrada en la que aparezco probando cosas asquerosas con él así que os tiene que sonar por narices) a finales de febrero... que sí, ya os he dicho que soy una vaga. Fui en Semana Blanca y tenía mucho tiempo libre, así que una mañana secuestré a Ander y me lo llevé a hacer de guiris.
Aparte de encontrarnos cosas raras como un libro que se llama Camino a Cristo, de Ellen G. White por si a alguien le interesa, nos compramos muchas cosas. Aunque debo decir que fuimos más a comernos todo lo que nos cruzaba con la mirada que a comprar, porque QUÉ CARO ERA TODO. ;_;
Os dejo unas cuantas fotos de cosas que me encontré en la tienda. Había muchos dulces ricos, patatas fritas de todos los sabores, bebidas alcohólicas de todas partes del mundo, mil tipos distintos de café y té (por suerte, ninguno tan asqueroso como éste), restaurantes dentro de la tienda (uno desprendía un olor riquísimo y se me hace la boca agua de recordarlo)... demasiadas cosas buenas. Y yo con cinco euros en el bolsillo. Qué mundo más cruel. En fin, os dejo las fotos y me voy que me ha entrado hambre de recordar tantas cosas ricas.
Ratoncitos de azúcar. Eran pocos y muy caros, pero si hubiera tenido dinero me los hubiera llevado. Qué buena pinta tenían <3
Flying saucers, puro azúcar en vena. Me los hubiera llevado también, sobre todo porque de pequeña yo me inflaba a esta porquería, pero mirad el precio. La nostalgia se paga con un ojo de la cara y medio riñón.
GRAGEAS DE TODOS LOS SABORES DE BERTIE BOTT.
Bueno, no, pero hacen el apaño. Tienda online de Jelly Belly por aquí, para quien se quiera inflar a grageas (por suerte, no las hay sabor a vómito o cerumen. Dumbledore estaría triste, pero vosotros los muggles supongo que os alegráis de ello...) o a dulces randoms. No he entrado en la web porque lloraría. Pero os dejo el link porque soy tó buena persona. Ay, si es que no me beso porque no me llego.
Mini cupcakes de chocolate. También vendían lo necesario para prepararlos, y los mismos cupcakes pero de vainilla, y los mismos cupcakes pero grandes, y los ingredientes para hacerlos de vainilla, y para hacerlos grandes. Los tenían de todas maneras menos baratos. Léase con mucha rabia y mucha ira.
Al final me compré esto. Una Coca-Cola de vainilla, Nerds de Wonka sabor fresa y mora y una piruleta enorme de fresa. Aún me queda piruleta de lo grande que era. La Coca-Cola me la compré porque llevaba muchísimo tiempo buscando un sitio en el que comprármela (de hecho, fue la razón principal por la que fuimos a la tienda). En comparación con la Coca-Cola de cereza está muchísimo más buena. De hecho, viviría a base de Coca-Cola de vainilla. Y los Nerds estaban buenísimos. Llevaba AÑOS sin probarlos (probablemente la última vez que los había tomado había sido en Argentina, y llegué a España en 2002, así que haced el cálculo que yo soy una rubia de letras y me da pereza) y sabían exactamente como lo recordaba. Amor en forma de caramelitos.
El mismo día por la tarde, en una tienda aleatoria de Sanse, encontré también Phoskitos de Phineas y Ferb. Son phoskitos alargados. Nada raro. PERO A QUE SON MONOS. Y TRAEN PEGATINAS. Más moooooonos.
Mejor dejo ya de desvariar y me voy con la sensación de haber cumplido.
Bye-bee~
1 comentario:
Si que son caros!
Yo tambien los comia de pequeña, pero no los recordaba tan caros xDD
La coca-cola de cereza es un horror, a ver si encuentro por ahí la de vainilla :)
saludos!
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